Este lugar es una excusa, para hablar sobre cine, musica, comics; solo como simples observadores de lo desconocido, en busca de esas emociones que nos quitan el sueño, nos sacan de la rutina y nos alimentan.

Spex, Gonzo, Snaporaz

17 marzo, 2008

Cry Baby, Cry

Con Pretty In Black, su disco del 2005, los Raveonettes demostraron que no eran una banda tributo a The Jesus And Mary Chain a la vez que se apartaron del cliché de las bandas cuyo nombre empezaban con "The"; el álbum no solo incluía invitados de renombre (como Martin Rev de Suicide, Ronnie Spector y Moe Tucker), sino que además se acercaba mas a un sonido comparable a las bandas de chicas de los 60's (de hecho "My Boyfriend's Back" fue popularizada por The Crystals) y grandes olvidados del rock como los Everly Brothers. En Lust, Lust, Lust Sune Rose Wagner y Sharin Foo buscan recuperar la magia que en un principio los hizo tan excitantes y frescos pero sin caer en repeticiones.

Si el anterior disco había defraudado a algunos de sus seguidores tal ves por considerarlo "blando" con este no habrá quejas, dejando de lado las afinaciones en Bb menor y Bb mayor el disco abre con "Aly Walk With Me", el mejor ejemplo de lo que nos espera, con una ola de ruido blanco subiendo hacia el final mientras la banda de Copenhagen llama entre suspiros a la musa del titulo. La producción esta vez estuvo a cargo esta vez del mismo Sune Wagner (voz, guitarras), dejando de lado las sutilezas acústicas de Richard Gotthere (productor de Blondie entre tantos) y retornando a ese sonido tan poco presentable pero fiable de guitarras afiladas y bajos disonantes. La batería de "Hallucinations" trae recuerdos de "Just Like Candy" de Jesus And Mary Chain y la voz de Sharin Foo se acerca al tono de las mejores chanteuse del shoegazing como se puede notar en canciones como "Black Satin", mientras que Sune se luce con un registro vocal mas fantasmagorico en canciones mas lentas como "Expelled From Love" y "My Eyes Closed".

Después de escuchar el disco no hay dudas que los Raveonettes no perdieron el toque entre glamoroso y erótico que los hace tan apetecibles como leer una novela negra de Raymond Chandler, sino que además (para alegría de los fanáticos!!) se embarcaron por la senda de la cual no tendrían que haberse descarrilado. La mejor forma de apreciar este disco grabado a la antigua y con pocos artilugios electrónicos es subiendo el volumen al máximo y dejar que esta nueva pared de sonido discordante (perdón Spector!) nos envuelva. Y ya sabemos que un disco compuesto con lágrimas en los ojos es mas placentero de escuchar que uno compuesto con una sonrisa falsa en los labios.




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