
Luego de presentarse en shows itinerantes a lo largo del país, el gran Mack Sennet ficho a Arbuckle para trabajar como un miembro mas de los Keystone Cops (la troupe de policías inservibles que hacían la delicia del publico en esos tiempos pre-Chaplin). De esta manera Fatty entro por la puerta grande de la comedia actuando en docenas de films cortos junto a otra grande como Mabel Normand y el propio Sennet.
Un gran equipo: Buster, Fatty y Al St. John. Arriba junto a Chaplin.
Es en 1914 que conoce a Charles Chaplin, y se convierte en una especie de padrino del actor británico, sino hubiera sido por Fatty tal vez Sennet ni hubiera fichado al cómico en Keystone. Y de no haber sido por el gordinflón tal vez el personaje del pequeño vagabundo hubiera carecido de muchas de sus principales marcas, debido a que mucha de la vestimenta (los grandes pantalones, los zapatos de payaso e incluso, se rumorea también el bombin) que Chaplin utilizo en la primera aparición del personaje eran pertenecientes a Arbuckle.
Nacido en el seno de una familia circense de Kansas, Roscoe Conkling Arbuckle además de destacarse en el vaudeville era poseedor de una hermosa voz, al punto que el mismísimo Enrico Caruso (cantante de opera reconocido a nivel mundial) le aconsejo que dejase de hacer esas "tonterías que hacia para ganarse la vida, con un poco de practica podría ser el segundo mejor cantante del mundo". Y Fatty hizo bien en ignorar este consejo para convertirse en unos de los actores más famoso de la era silente y uno de los referentes mas temprano del slapstick.
En 1917 con "The Butcher Boy" Arbuckle le da una oportunidad a un joven cómico-promesa fichándolo para Comique (su propia compañía): Buster Keaton. En Buster, Fatty encontró a su sidekick (compañero) perfecto, y así ayudo al cómico a crear el personaje de "cara de piedra", rasgo fundamental en el personaje de Keaton, un tipo al que ni siquiera la más grande algarabía podía robarle una sonrisa. Además de Buster los films dirigidos por el mismo Arbuckle incluían una inclinación casi anárquica de destruir los sets sobre el final de los cortos y una rutina que seria su cuota en el mundo de la comedia slapstick: los tortazos!. Era extraño ver un film de Fatty sin que todo terminara a tortazos, ya sea con tortas (por supuesto) harina, agua, barro, y casi cualquier cosa que se pueda lanzar en la cara de una persona. Estos gags sumados a las fenomenales y sobrehumanas caídas de Buster, los golpes recibidos por Al St. John (su otro compañero) y las pequeñas apariciones de Luke el perro, hacían que todos los films de Fatty tuvieran risas garantizadas.
Entre los cortos proyectados este Sábado además del ya citado "The Butcher Boy" (1917) se encuentran "The Rough House" del mismo año en donde Fatty vuelve a enfrentarse al gran Al St. John. Este actor también olvidado merece una mención aparte, un actor que presentaba muecas que lo asemejan al Grinch de Dr. Seuss y que siempre pegaba uno o dos saltitos esporádicos (su principal gracia) en situaciones desopilantes. En este mismo corto también aparece una de las primeras risotadas de parte de Buster Keaton quien todavía no había forjado el personaje amargo y serio con el que se haría de una fama mundial, no solo en este film sonríe y ríe a carcajadas, sino también en la mayoría de los films dirigidos por Fatty; todo un hallazgo. Si queremos trazar la influencia que Arbuckle tuvo en Charles Chaplin tendríamos que empezar por este film en cuyos primeros minutos Fatty hace la rutina del baile con los panecillos que años mas tarde Chaplin inmortalizaría en "La Quimera de Oro".
En "Oh Doctor!" Fatty es un doctor que coquetea con una mujer sin saber que es la esposa de un estafador (Al St. John). Keaton esta fantástico como el hijo del Dr. Fatty que siempre lloriquea ante los golpes recibidos por su padre.
Y para finalizar, "Coney Island", otra de las tantas comedias de Fatty en donde el gordito se disfraza de mujer (anteriormente lo había hecho en "The Butcher Boy") esta vez la acción transcurre en el parque de diversiones de Coney Island, un lugar en donde nuestro amigo no dejara de meterse en problemas y de paso, enamorarse de la mujer equivocada. Este film contiene una escena en donde Arbuckle atraviesa "el cuarto muro", el muro que separa la realidad en una obra (ya sea de teatro o en TV) con la realidad del publico, para hacer contacto con el mismo. En la escena Fatty tiene que cambiarse de ropa, justamente para vestirse de mujer y al notar que se tiene que quitar sus pantalones obliga al camarógrafo (o a nosotros, el publico) a filmarlo de la cintura para arriba.
La risa de Fatty se apago en 1921 cuando fue el centro de un gran escándalo sexual y tal vez uno de los primeros de la farándula. Una violación y la posterior muerte de la victima (Virginia Rappe) fue objeto de tres juicios en contra de Arbuckle del cual salió airoso por faltas de pruebas. Arbuckle sin embargo no salió airoso de esta injuria que arruino su carrera al punto tal que ni la ayuda de su amigo Keaton y su exilio del mundo del cine por 10 años lograron reanimar la fama de la que supo gozar con sus primeros films.
Tortazos, caídas, golpes, persecuciones, pero sobre todo muchas risas, elemento fundamental en cualquier persona que Fatty Arbuckle supo explotar muy bien.
Si bien es menos valorado que los dos cómicos anteriormente mencionados su popularidad fue tal que llego a producir el triple de películas que Chaplin y Keaton juntos. Comenzó con su Handsome Luke (un personaje del lejano oeste) para darle lugar al "personaje de lentes" con el que trascendería.
Safety Last! es el film por el cual Lloyd pasó a la historia gracias a la famosa "escena del reloj" en donde Harold queda suspendido de una de las manillas de un reloj en un edificio y a punto de caer al vacío. Un viejo antecedente de esta escena se puede ver en uno de sus films anteriores, "Never Weaken" en donde ya había jugado con el vértigo y las alturas de los grandes rascacielos.
Un cómico cuyos personajes eran tal vez mas optimistas que los de Keaton y gozaban de una mejor posición social que el vagabundo de Chaplin, a quien ni siquiera la devenida del cine sonoro pudo opacar, pero al cual el paso del tiempo no perdono, relegándolo a un mísero "tercer lugar".

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