Este lugar es una excusa, para hablar sobre cine, musica, comics; solo como simples observadores de lo desconocido, en busca de esas emociones que nos quitan el sueño, nos sacan de la rutina y nos alimentan.

Spex, Gonzo, Snaporaz

14 abril, 2008

Luces Aleatorias


Se suceden como fogonazos, vagones de un tren fantasma, que descarrila y desaparece a la vez, guitarras voladoras, una sonoridad lograda, por la dinámica de cabezas parlantes, con antenas que no paran de capturar y escupir a través de un parlante, las impresiones de un planeta vertiginoso. Eso es lo que me gusto de Remain In Light (80)
Sobrevolando los vestigios del punk y el postpunk, o la nueva ola que arraso con un temperamento, a base de descontrol, baterias hiperquineticas, y por cierto mucho pogo, podemos ver a una banda entre tantas, cuya forma cambiaria notablemnte con el tiempo.
En 1977 Talking Heads, irrumpieron en la ruidosa escena de Nueva York, con un poppunk cerebral, David Byrne definitivamente era algo fuera de lo común, un hombre lucido, con una nerviosa forma de cantar, interrogándose así mismo, hablando en primera, tercera persona, psicoanalizando las pulsiones, los deseos, las dudas, en un espejo, donde podía estar su reflejo, tanto como el de su publico. Originalmente eran una banda de covers, The Artistics, que tocaba en Rodhe Island, estado de Providence, donde asistían a la escuela de diseño, Byrne, la bajista Tina Weymouth y el baterista Chris Frantz.
The Artistics no duro mucho, con el tiempo Tina, que asistia a sus conciertos como fan, se les uniría, para terminar de definir la idea de un nuevo proyecto.
En Mayo de 1975 nació Talking Heads, un trio que daría sus primeros pasos, sobre la gran manzana, la urbe de efervescente actividad contracultural de fines de los 70's. David Byrne traía consigo algunas canciones geniales como Psycho Killer y Warning Sing, como muestra de su material propio. Debutaron en el local de Hilly Chrystal, el famoso antro CBGB's, como teloneros de otro grupo en ascenso, The Ramones.


Jerry Harrison en guitarra fue el ultimo en sumarse a lo que seria Talking Heads 77 (77), su primer álbum de estudio para el sello Sire. Este disco, instrumentalmente esquizofrenico, tiene un tono un tanto jugueton, hay bastante diversión en sus canciones, dejando de lado la rabia punk, con lineas de bajo bien definidas, guitarras festivas, con letras mas bien ácidas, escudriñando y cantando onomatopeyicamente, sobre las contradicciones propias y ajenas, la locura del amor y la locura interior, solo asomando la nariz desinteresadamente, sobre temáticas mas complejas.
El segundo álbum, More Songs About Buildings And Foods (78), confirmo lo que el primero, decía a toda voz, pero no se tomaba muy en serio, que eran un equipo fabuloso, para la creación de buenas canciones. Un disco redondo, el bajo de Tina Weymouth empezaba a sentir los cosquilleos del funk, la bateria de su pareja sentimental, Chris Frantz, articulaba por debajo, con golpes certeros, sutiles, por momentos marciales, los acordes guia de David Byrne y Jerry Harrison, quienes corrían entre si llevando sus instrumentos, como juguetes sonicos, golpeándolos, retorciendolos, arrojándolos al aire, para retomarlos e introducirnos en un nuevo torbellino.
Desde la simple y plana portada de su disco debut, en rojo y tipografía en verde, hasta el mosaico refractario con sus figuras alargadas, podemos observar, el sedimento de influencias, elementos, mixturas rítmicas y sonoras, que evidencian un sonido renovador, impulsado siempre por fuerzas alternas, cuatro cerebros en combustión. Brian Eno como productor, había llegado para acomodar esos circuitos en descontrol. El ex Roxy Music, junto con el inteligente e irritable líder de la banda, dan rienda suelta al segundo disco con este grupo de trabajo, Fear Of Music (79).
Ya casi no quedan anécdotas de juventud, los análisis y discusiones sobre el comportamiento, dan lugar a un lenguaje urbano inquietante, una experiencia de desquicio, el clima se enrarece mas, ya no entendemos bien lo que sucede, si acaso antes teníamos una definición. La oscuridad de fabrica Eno, nos da una descarga nerviosa, provienente de la mente de Byrne, dirige la luz acusadora sobre si mismo, o sobre alguien mas, las ciudades no son amigables, y su gente correcta produce ulticaria, incluso los animales son desagradables, aunque su voz se torne confusa y salvaje hacia el final.


En el cielo, no pasan demasiadas cosas, y el mundo y nuestras circunstancias, son regidas por una entidad invisible.
Me parecía importante hacer un humilde repaso, a mi manera, sobre esta banda, para que disfruten y se le animen a este disco, cuya calidad vale la pena. Recomiendo también que lean sus letras, y sigan conociéndola como yo estoy haciendo. Bon apettit!!

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