Este lugar es una excusa, para hablar sobre cine, musica, comics; solo como simples observadores de lo desconocido, en busca de esas emociones que nos quitan el sueño, nos sacan de la rutina y nos alimentan.

Spex, Gonzo, Snaporaz

01 abril, 2008

Meditando Sobre La Nada

















Los Abuelos De La Nada
, fueron durante los 80's, una de las bandas, que mas reconocimiento tuvo, después de la vuelta de la Democracia. Su carismático líder, Miguel Abuelo, llevaba adelante una troupé delirante, rebosados de un pop eufórico, mezcla de bolero funk, rock sin compromisos, reggae, parafernalia new wave, poesía nocturna, en sus letras había ambiguedad, toques de ironía, y relaciones amorosas a la luz de la luna.
Nacido Miguel Ángel Peralta (Munro, Buenos Aires 1946), fue un niño talentoso, de una voz prodigiosa, habituado al folclore, como primer contacto musical. Bohemio por naturaleza, con una infancia un tanto dificil, no conoció a su padre, pero su alma aventurera, lo guió por muchos caminos, cultor de un lenguaje propio, sus palabras transmitían, un conocimiento instintivo del mundo.
Frecuento La Cueva hacia finales de los 60's, el refugio del rock argentino, donde conoció a personajes como Moris, Pappo, Los Gatos, Litto Nebbia, Los Beatniks, entre otros, donde bebió de ese brevaje místico, que se cocinaba en todo el mundo. Armado de algunas canciones, recluto a los músicos de lo que seria, la primera formacion, de los Abuelos De La Nada.

Miguel Abuelo y su amigo de aventuras, Pipo Lernoud, poeta y periodista.

Así grabo sus primeras canciones, Diana Divaga, Oye Niño, un mensaje a las mentes adormecidas, Mariposas de Madera, piezas artesanales, peldaños que lo llevaron hacia terrenos, en lo musical mas profundos, acompañados de una lírica surrealista, con el humor de un presentador de feria, a veces susurrando los fenómenos, objetando al hombre a dejar sus trapos mundanos, para escapar hacia otras vivencias.
Difícil era la tarea, de despabilar a los dormidos, no eran epocas felices, si de libertad estamos hablando, el clima de tensión, provocado por un avanzada de mentes creativas, pretendía que una sociedad despertara, y se sumara a la proclama del rock, por supuesto, esto a nuestros amigos de azul no les gusto.
El cansancio y las frustraciones, las formaciones efímeras, llevaron a Miguel Abuelo, a tomar una decisión muy poco feliz, el auto-exilio.
Su periplo por Europa, duro diez años, sobreviviendo como artesano, merodeo por todo el continente, España, Francia, con paradas en Suiza, pero fue en el regreso de Londres a Paris, donde conoció a un músico electrónico argentino, quien lo condujo hacia Moshe Naim, productor artístico, que había trabajado como mecenas, para el pintor Salvador Dalí.
La fascinación de este productor, de origen israelí, cual George Martín, propicio el desarrollo del disco Et Nada (1973), que en un principio fue compuesto íntegramente por Miguel, al que se le sumaron otros músicos exiliados, tanto argentinos como chilenos. Tenían todo a su disposición, horas interminables para grabar, los mejores equipos, con el paisaje de la campiña francesa de fondo, utilizando un castillo como estudio.
La banda denominada Nada, la componían Daniel Sbarra en guitarra eléctrica y coros, Daniel Rodriguez en batería, el chileno Carlos Beyris en violoncello, Pinfo Garrigo en bajo, Juan Dalera a cargo de las quenas, mas algunas programaciones a cargo del mencionado músico electrónico, Edgardo Cantor.
Un disco que me acompaña, mientras escribo estas líneas, del cual, no van a tener la oportunidad por ahora, de hacerse con una copia original, ya que nadie se ha tomado el trabajo de editarlo nuevamente, publicado solamente en Francia, ya no se consigue en ningún formato.
Es una joya, elaborada por un grupo de artistas, que unieron fuerzas en tierras ajenas, no es un disco solista como indica su portada, sino mas bien una conjunción de visiones, una nave que surcaba, por decirlo de alguna manera, el mar de la nada, una travesía que tal vez inconscientemente buscaban. A través de siete temas, estos monjes con guitarra eléctrica, nos pintan un paisaje de ensueño, se comunican con otros peregrinos, interrogando como en Señor Carnicero, o describiendo las postimetrias de un muelle, de quien sabe donde, con un trabajo vocal exhaustivo por parte de Miguel Abuelo, separando las silabas en cada oración, como si el canto fuera arrastrado, por el lento navegar de una embarcación, los coros de catedral prosiguen, llevándonos por una serie de sonidos ambiente, bocinas de barcos, el agua en los docks, una escalada progresiva, sin dudas espiritual.
La mejor pieza del álbum, Estoy Aqui Parado, Sentado y Acostado, la mas larga, dura 09:22 minutos, según mi criterio es una de las mejores manifestaciones, acerca de la condición humana, una potente declaración de principios, la certeza de un hombre acerca de su lugar en la tierra, "no tengo nombre, no tengo amigos, no tengo lenguaje, no tengo verdad, no tengo altura, no tengo dios, no tengo a nadie para llorar, este es mi cuerpo, siento a mi alma, el corazón abierto...espero al mañana en la gran ventana, el trapecio del tiempo se alejo de mi..."
Montados en una carreta, tirada a toda velocidad por la tracción a sangre, de los caballos del rock sinfónico, con la ayuda de cuerdas y vientos campestres, una forma de cantar que solo el folclore podía otorgar, similitudes con Led Zeppelin, melodías acústicas emparentadas con el Nick Drake mas ensoñador y reflexivo.
Rock latinoamericano
, progresivo, folk, no se, pongan la etiqueta que mas les plazca, lo cierto es que este eslabón, que une al Miguel Abuelo de la década del sesenta, con el de su ultima década, es para atesorar.


De vez en cuando algún cometa roza los cielos, seres que nos guían de alguna manera, nos ayudan a ser un poco mas libres, porque en la nada, en ese miedo al vació, que experimentamos en nuestra soledad, también hay matices, luces que nos pueden indicar quienes somos.
Este hombrecillo irreverente, tan distinto como las refractaciones de un caleidoscopio, nos dejo un 26 marzo de 1988, a causa del h.i.v.

"Un día estando en la casa de Pappo ensayando, Pappo me dijo que quería hacer blues. ¿blues? Le dije. No bebé que vamos a hacer blues. Tengo una coctelera en la cabeza que no me banco ni yo. Una cantidad de circuitos funcionando que los quiero poner en marcha y vos, me queres poner la cabeza en el cajón del blues. Yo no soporto el blues. Me creo con capacidad y necesidad de hacer una cosa diferente. Y el loco seguía como una máquina diciendo: blues, blues, blues... Entonces le dije tomá. Te regalo Los Abuelos de la Nada, te regalo la formación y todo"

Miguel Abuelo

Escuchá "Estoy Aquí, Parado, Sentado, Y Acostado"



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